Esta historia comienza en la esquina de Aristóbulo del Valle y Ángel Casanello, en el barrio de María Selva, Santa Fe, a principios de los años 70. Todas las mañanas, Rubén «Cacho» Deicas visita a su amigo Marcos Camino por la empresa que dirige. , la tienda de discos Chani. Llega en su Siambretta (adaptación argentina de la Vespa que Nanni Moretti inmortalizó en su clásico Dear Diary), con la que toma pedidos, con la que hace algunas entregas, con la que se gana la vida. Cacho trae los billetes. Marcos, ex acordeonista del naciente grupo Los Palmeras, hasta hace poco conocido como Palmeras Sextet, te espera con mate y acordeón. Charlan de música, cantan canciones del Cuarteto Imperial y sueñan un sueño de cumbia.
Casi cincuenta años después, en un cuarto del último piso del Imperial Park Hotel, a diez cuadras del Obelisco y con una vista impresionante del microcentro porteño, esos amigos, Marcos y Cacho, toman el apodo de leyendas “Cincuenta años no es poco tiempo”, dice Marcos. “Las cosas estaban sucediendo así. Uno propone y Dios dispone. Y parece que Dios está de nuestro lado.
La cumbia es un género musical muy pegadizo que tiene su origen en la República de Colombia
Particularmente en la Colombia colonial. Allí comenzó como una música y baile de cortejo entre afrodescendientes e indígenas, la letra era mayoritariamente en español, aunque algunas palabras estaban en lenguas africanas o indígenas. Los instrumentos utilizados para la interpretación de este ritmo son flautas, tambores, percusiones, maracas y «guaches, tubos de bambú o hojalata llenos de semillas». El agregado de bajos, trompas y pianos ha sido agregado por los diferentes intérpretes de este género musical que ha recorrido todo el continente americano, siendo esto una referencia al origen e historia de la cumbia
Quienes grabaron la primera cumbia en ¿México?
Aunque la cumbia tiene sus raíces en Colombia, se supone que los colombianos no fueron los primeros en registrarla. Según los investigadores, una vez que el género llegó a México fue un éxito rotundo, por lo que rápidamente terminó en un estudio de grabación a fines de la década de 1940.
Records señala que los primeros grabaron cumbia de manera profesional en nuestro país fue «Cumbia Cienaguera», interpretada por Luis Carlos Meyer. Originalmente, la canción fue compuesta por el compositor cienaguero Andrés Paz Barros, quien en 1937 realizó una puya titulada «La cama berrochona», con letra del percusionista Humberto Daza Granados.
Carmen Rivero
Los primeros éxitos de Rafael de Paz fueron las varas El gallo tuerto, Micaela y las cumbias La puerca y La historia. Posteriormente el género fue consolidado por Carmen Rivero quien introdujo las timbales, el güiro y un juego de trompetas agudas, con las cuales la cumbia mexicana forjó su propia identidad. Si bien Rivero grabó versiones de cumbias colombianas, la instrumentalización generó un nuevo estilo que se diferenciaba de lo que hasta entonces se había hecho en el país sudamericano.
Aunque ya había una identidad de cumbia mexicana, pocas orquestas surgieron en las décadas siguientes, como fue el caso de Chelo y su conjunto y Bronco, luego el estilo retrocedió hasta 1974. A mediados de la década de 1970 hubo Fue un resurgimiento de la cumbia mexicana con bandas como Los Gatos Negros de Tiberio, Conjunto África y Nativo Show.
Expansión villera
Lo que vino después fue la explosión, desarrollo, censura y recodificación del género. Detrás de Damas Gratis ha surgido una camada de bandas con la misma búsqueda. Como había sucedido en la década de 1990, las bandas comenzaron a clonarse. La cumbia villera ha conquistado la escena tropical y también los medios. A diferencia de lo ocurrido antes, cuando la cumbia se fusionó con la jet set argentina, aquí ha sido tomada como objeto de análisis sociocultural por los canales de televisión utilizados para indagar en los amores de Susana Giménez y Mirtha Legrand. De la noche a la mañana, los locutores de televisión se convirtieron en (pseudo) sociólogos.
Mientras un país crucificaba un fenómeno musical a través de la televisión abierta, la cumbia villera explotaba. Al mismo tiempo, comenzaba a reconfigurarse por primera vez. Bandas como Supermerk2, Repiola y Altos Cumbieros, todos unos años más jóvenes que los miembros de DG, Pibes Chorros, Meta Guacha, Los Gedes y Mala Fama, por ejemplo, mostraron una beta aún más basura. Niños vestidos con camisetas de fútbol varias tallas más grandes, pantalones anchos y zapatillas espaciales -la inconsciente expresión criolla del hip hop- con actitudes desafiantes, letras aún más violentas y crudas. Si en sus inicios la cumbia villera cantaba lo que le pasaba, luego se mostró orgullosa y provocadora de su realidad, una realidad que no pretendía cambiar.