Los corridos mexicanos tienen una historia larga y rica que se remonta a las épocas precolombinas de México, donde se transmitían historias y relatos a través de la música y el canto. Sin embargo, los corridos en su forma actual surgieron en el siglo XIX durante la época de la Revolución Mexicana (1910-1920). Durante esta época, los corridos se convirtieron en un medio popular para documentar y difundir los acontecimientos políticos y sociales importantes, y para celebrar a los héroes y líderes revolucionarios.
Es difícil identificar a una sola persona como el creador de los corridos mexicanos, ya que este género musical ha evolucionado a lo largo de los siglos como resultado de la contribución de muchos artistas y compositores. Sin embargo, algunos de los artistas más importantes y influyentes en la historia de los corridos mexicanos incluyen a Jesús González Rubio, Jesusa Rodríguez, Jesúsa Labaton y Jorge Negrete, entre otros. Cada uno de estos artistas ha dejado su huella en la evolución de los corridos mexicanos y ha contribuido a hacer de este género musical una parte importante de la cultura popular de México.
El ser humano, casi desde sus orígenes, ha buscado pertenecer a una comunidad, pero al mismo tiempo ha tratado de distinguir a sus pueblos del resto del mundo. En México tenemos un gran mosaico cultural que nos hace únicos, y es precisamente esta diversidad la que nos une y nos une en el concepto de nación. Antes de la Conquista, las culturas prehispánicas se influyeron entre sí, y después de la Conquista, las influencias fueron externas, aunque desde entonces les hemos dado nuestro toque, ese rasgo que confirma que algo es genuinamente mexicano.
El corrido es una composición musical mexicana mestiza cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII y está relacionado con la polka checa. Este género inicialmente tuvo presencia en la franja del Golfo de México, Tamaulipas, Nuevo León y Texas, para posteriormente asentarse en los estados del norte de nuestro país. Los inmigrantes europeos trajeron varios instrumentos musicales, entre ellos el acordeón, pieza clave del sonido de los corridos mexicanos, así como la redova o redoba, un bloque de madera que se golpea con dos palos, similar a un tambor, aunque se ajusta al la cintura.
Los corridos y la Revolución Mexicana
El corrido nació a principios del siglo XIX en la época de la independencia y ganó gran popularidad durante la Revolución Mexicana que se llevó a cabo de 1910 a 1920, como voz de protesta y narrando las peripecias de los revolucionarios y sus líderes.
La Adelita
Este corrido, según la Biblioteca Nacional de Música, hace referencia a una mujer llamada Adela Velarde Pérez. Ella cuenta la historia de que fue una mujer de una valentía incomparable. Estaba a cargo de velar por los revolucionarios heridos pertenecientes a la División Norte. Por eso, en su honor, todas las mujeres cuya participación fue destacable en ese período fueron conocidas como “Adelitas”.
En lo alto de la escarpada sierra Acampaba un regimiento Y les seguía una valiente novia Locamente enamorada del sargento
Orígenes e historia
En el siglo XVIII, las primeras ediciones del DRAE lo definieron como «romance o jácara que se canta acompañándolo con la vihuela».
En su libro Historia de la música en México, Gabriel Saldívar deduce que el término se originó en la época colonial, ya que se decía de varios manuscritos denunciados ante la Inquisición que “corrieron con escándalo por la ciudad y el reino” .