La nota Si en notación latina o Si en notación anglosajona es el nombre de la última nota musical, siendo además la séptima en la escala diatónica de Do mayor. Como se ha comentado en otros artículos, las distintas notaciones que podemos encontrar son fruto de la notación anglosajona que precede a la teoría musical. Antes las notas se denominaban con letras de la A a la Z y en este caso si correspondía a la letra B. Posteriormente Guido d’Arezzo creo un nuevo sistema que es el que usamos en notación latina cuyos nombres son tomados de un himno religioso en Latín. En este caso el Si viene del inicio de la séptima y última estrofa de este himno.
Expansión: una breve historia de la notación musical
La denominación y el uso de las notas musicales evolucionaron a partir de formas primitivas de notación que se remontan a milenios.
Por lo tanto, es difícil resumir la complejidad del tema en unos pocos párrafos.
Usa las primeras 7 letras del alfabeto
En el cifrado americano, las notas musicales se transforman en las letras del alfabeto que van de la “A” a la “G”.
- A = A
- B = Sí
- C = C
- D = D
- E = Mi
- F = Fa
- Sol = Sol
¿Quién cambió SA en sí?
Finalmente, Anselmo de Flandes cambió la sílaba Sa por Si y más tarde Giovanni Battista Doni que transformó la sílaba Ut por Do. Así se estableció el nombre de las notas musicales.
¿Qué letra contiene cada nota?
Guido D´Arezzo
Hacia el año 1000 d.C. un monje de Italia resolvió el problema de la línea roja. A Guido se le ocurrió la idea de poner cuatro líneas en un papel y nombrar cada línea y cada espacio entre ellas. Todo lo que el músico tenía que hacer era memorizar el sonido de cada símbolo según la línea o el espacio que ocupaba. Guido notó de inmediato un defecto: no era posible diferenciar cada nota si no les daba un nombre. Para ello utilizó la letra de una canción, en la que cada estrofa empezaba con una nota distinta y tomaba la primera sílaba de cada estrofa para nombrar las notas musicales: Ut, re, mi, fa, sol, la.
Según el método de Guido, solo se usaban seis notas, ya que el B no existía. Tiempo después se decidió completar la escala añadiendo la nota B. Para titularlo usaron las dos últimas palabras de la canción usada por Guido: Sanctus Ioannes. Así, la nota final fue bautizada como SI.