Algunas personas piensan que la música clásica es buena para estudiar, pero cualquier tipo de música puede ayudarte a concentrarte y relajar tu cerebro. Si te sientes estresado, trata de escuchar música relajante para ayudarte a relajarte. También puede probar música alegre si necesita un impulso de energía. Hay muchos tipos de música para elegir, así que encuentra la que funcione mejor para ti y te haga sentir bien.
Escuchar música también puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo y hacerte sentir más positivo. Entonces, si te sientes deprimido, pon tus canciones favoritas y baila en tu habitación. La música es una excelente manera de alegrar tu día.
¿Cómo se relaciona el sonido con tu estado de ánimo?
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Las ondas sonoras afectan tu audición, uno de tus cinco sentidos (científicamente llamado audición). La audición está intrínsecamente ligada a muchas de las reacciones fisiológicas de su cuerpo. Sus tímpanos captan sonidos de muchas fuentes diferentes, como el canto de los pájaros, la voz de un amigo a través de su teléfono celular, el sonido del temporizador del horno o la poderosa lista de reproducción que usa para hacer ejercicio. El cerebro convierte estas ondas de sonido en señales nerviosas electroquímicas, que es donde el sonido golpea una cuerda.
Los sonidos fuertes y agudos estimulan al cerebro para que libere cortisol, aumentando el ritmo cardíaco y desencadenando la respuesta de lucha o huida. El sonido de una voz familiar o extraña desencadena una cascada química diferente y tu cerebro y cuerpo responden en consecuencia. Y mientras que anteriormente esto era vital para la supervivencia, un sistema auditivo tan desarrollado ahora es mucho más útil para la comunicación.
EL CLÁSICO SIEMPRE ES UN CLÁSICO
¿Has oído hablar alguna vez del efecto Mozart? Durante la década de 1990 se convirtió en un eslogan recurrente: «Ponle discos de Mozart al niño, será más listo». Una tendencia que se remonta a la década de 1950 y que no tiene un historial probado (Alfred Tomatis pasó la mitad de su vida intentándolo). Pero la realidad esconde un pequeño matiz: quizás no más inteligente, pero sí más centrado en nuestro aprendizaje.
Hay una época de la música clásica que tiene más adeptos que las demás. Es del barroco tardío. Y es genial para estudiar, relajarse, leer o trabajar con él de fondo. Y lo es por su polarización de textura, que ocupa sonidos de un amplio espectro sonoro y rica armonía, y su continuo, que genera una cómoda sensación de estabilidad a medida que las diferentes voces de los instrumentos entran y salen.
Música relajante de Zero Project
La banda compuso una canción que nos traslada a esos lugares ancestrales de la India. Consideramos que es una opción interesante para relajarse con música clásica. Por clásico, en este caso, nos referimos a las notas clásicas del Lejano Oriente.
Los sonidos de la naturaleza favorecen la concentración
Su vibración nos permite volver a nuestros orígenes. Es una herramienta que nos centra y nos libera al mismo tiempo.
El proyecto BirdLife Focus Natura ha demostrado que la música relajante, incluyendo sonidos de la naturaleza y animales, mejora la concentración y el rendimiento en niños con TDAH (trastorno de atención con o sin hiperactividad).