. El Fandango Fronterizo se lleva a cabo año tras año, desde hace 7 años, y en él se reúnen músicos, bailadores y vertedores de México y Estados Unidos para celebrar una tradicional fiesta jarocha con el cerco fronterizo de por medio. tipo de fiesta muy particular, que se desarrolla alrededor de una tarima (espacio para bailar, para zapatear) alrededor de la cual se disponen los músicos con sus instrumentos y canciones. Los sones continúan, uno a uno, hasta que la emoción de la fiesta lo dicta, y las parejas o grupos de mujeres van rotando por el escenario sin dejar que el ambiente se desvanezca.
El fandango jarocho se ha convertido en la actualidad en el más difundido, porque es el que se mantiene vivo y con mayor fuerza (al igual que el huasteco), pero este tipo de celebración ha acompañado a la mayoría de los eventos musicales en México desde la antigüedad. en especial a la tradición del mariachi que se extendió por todo el occidente de México y la zona del Pacífico, desde Jalisco y Michoacán hasta Nuevo México y Alta California. Un fandango es una celebración colectiva que, como todo evento comunitario, tiene sus propias reglas y códigos de bondad. Es inclusivo por excelencia y los sones son piezas musicales en las que los versos se cantan de tal forma que permiten la convivencia incluso entre extraños: alguien canta los primeros tres o cuatro versos de un verso (que puede ser familiar o nuevo para otros ). responde otro (para lo cual basta con prestar atención y repetir lo cantado), el primero completa la estrofa, el segundo repite lo escuchado, y luego se agregan dos estribillos que cada uno de los cantores conoce. La estrofa que se canta es a veces muy, muy antigua, otras veces reciente o incluso se puede improvisar para la ocasión, pero siempre permite una creación colectiva divertida, intensa y emocionante.
En el “Fandango Fronterizo” la fiesta se desarrolla con la cenefa en medio. Se lleva a cabo en la zona de Playas de Tijuana (del lado mexicano) y en el Parque de la Amistad (del lado norteamericano). Los fandangos generalmente se realizan en la noche, pero esto es durante el día ya que el parque del lado de San Diego cierra el acceso muy temprano. Los participantes llegan a pie (del lado americano hay que caminar mucho) y montan la tarima junto a la valla fronteriza: una tarima de un lado, otra del otro, imaginando estar juntos y ser uno. Empieza la fiesta y el baile, empiezan a desplegarse los sonidos, se cantan y contestan los versos de un lado a otro de la valla (el que canta lo hace fuerte, cerca del enrejado para que se escuche «allá»). las parejas se forman ignorando la barrera, y durante unas horas los límites se rompen y la música, el tapping y los versos consiguen borrar esa malla, con agujeros cada vez más pequeños, que separa dos mundos tan parecidos entre sí. Hay muchos músicos que vienen de ambos lados y es impresionante la difusión y calidad que ha logrado la interpretación de la música tradicional mexicana en el sur de California, con grupos de latinos, de ascendencia latina y norteamericanos aprendiendo y enseñando de la manera más exacta y hermosa de interpretar los sonidos del pasado.