La ciencia detrás del sonido
Es importante tener claro que la frecuencia de las ondas es la responsable del tono del sonido y que se suele medir en hercios (Hz) , una unidad que hace referencia a una onda por segundo. El oído del ser humano es capaz de captar y percibir un extenso rango de frecuencias, las cuales van desde los 20 a los 20.000 Hz.
Una persona puede oír porque sus oídos son capaces de convertir las vibraciones de las ondas sonoras propagadas por el aire en señales que el cerebro puede analizar e interpretar como sonidos. Cuando las vibraciones de las ondas sonoras entran en nuestros pabellones auriculares, el tímpano y una serie de pequeños huesos del oído medio las amplifican.
¿Qué es la frecuencia del sonido?
La frecuencia del sonido se define como el número de variaciones de presión u oscilaciones completas por segundo. Se dice, por tanto, que la frecuencia de un sonido es la que le da su tono característico. Hace referencia al número de veces que el aire vibra en un segundo cuando transmite un sonido.
Una persona con un rango auditivo normal puede percibir una frecuencia mínima de 20 Hz aproximadamente. Por otro lado, la frecuencia más alta posible que podemos percibir sin que resulte molesta se sitúa en torno a los 20.000 Hz. Así, el rango de frecuencia que puede soportar nuestro oído oscila entre los 20 y los 20.000 Hz. Estas cifras son las que marcan los límites del espectro audible. Sin embargo, la audición más sensible para cualquier persona es la que se halla en el rango de frecuencia que va de los 2.000 a los 5.000 Hz.
Los límites del oído humano
En las frecuencias bajas, o sea, en el límite inferior, los sonidos se perciben como ritmo. En un rango justo por encima de los 20 Hz, aún podemos distinguir cada oscilación y por lo tanto sentir el sonido como si se encontraran pulsaciones mientras que en las frecuencias altas escuchen – límite superior – podemos hasta un cierto límite, siendo muy raro encontrar personas que escuchen sonidos por encima de 16.000 Hz. Se debe tener en cuenta que estos límites disminuyen con la edad u otros problemas que empeoran la audición.
En definitiva, el oído humano puede captar sonidos cuyo rango de ondas oscilan entre 2 veces por segundos a 20 mil veces por segundo, en otras palabras, entre un rango de 20 Hz a 20 K Hz.