Los sonidos, y con ellos la música, tienen una gran influencia en las sensaciones y emociones del ser humano. La música es una de las prácticas culturales más antiguas, que ha estado presente en todas las culturas ancestrales, como instrumento de expresión y comunicación, y ha sentado precedentes en el desarrollo del lenguaje mismo.
Así, la música forma parte de la vida cotidiana de los seres humanos de una forma u otra, y en diversas circunstancias nos ayuda a relajarnos, a expulsar tensiones, y también nos emociona y nos trae recuerdos y sensaciones. Puede ser que en un momento determinado una canción nos lleve a un recuerdo pasado, a un momento de la infancia, a una situación decisiva para nuestra vida. Incluso la música puede ayudarnos a relajarnos en momentos de tensión, o incluso un acorde o una nota musical, o el sonido de un instrumento pueden generar sensaciones de placer.
Los efectos en el cerebro son asombrosos
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Como dije, se han realizado varios estudios a lo largo del tiempo y han encontrado que la música, por ejemplo, afecta la química cerebral. Y es que la música que nos resulta agradable hace que liberemos dopamina, una neurohormona liberada por el hipotálamo, y que está ligada al placer; sin embargo, tiene otras funciones beneficiosas como estar presente en los procesos de aprendizaje, comportamiento, actividad motora, sueño, estado de ánimo, atención.
Descubre el origen de la música
El concepto de música tiene muchos significados, pero el que más se acerca a su significado es el arte de combinar sonidos en una sucesión temporal. Es una de las artes más apreciadas por la sociedad y es la que más presencia tiene en el desarrollo de nuestra vida cotidiana.
En el mundo occidental, la música tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde la música aparece como un fenómeno ligado a la necesidad del hombre de comunicar sentimientos y experiencias. La música coral fue el elemento básico en la educación de los jóvenes espartanos y fue un elemento fundamental en las tragedias griegas.
Protección anti-rayaduras
Tanto en peces como en reptiles, las escamas tienen la importante función de brindar una protección adicional al cuerpo del animal, muy probablemente esto se deba a que son animales expuestos al roce continuo como en el caso de los peces ya ambientes extremos, hostiles e incluso espinosos como en los reptiles. Sea como fuere, las escamas representan no solo un mecanismo de protección física, sino también térmica, más aún para los reptiles sin mecanismo de termorregulación propio, que necesitan conservar la mayor cantidad de calor posible durante el día.
A diferencia de los peces, en los que las escamas son completamente independientes entre sí, las escamas en los reptiles se generan en forma de un tejido irregular que recubre completamente al animal, al igual que el exoesqueleto de los artrópodos. Por ello, a lo largo del crecimiento y vida adulta de los reptiles es necesario el desprendimiento de toda la capa de escamas, tanto para permitirle expandirse hacia las nuevas dimensiones del animal, como para mantenerla frente al deterioro que también sufre. experiencias, proceso que en los peces ocurre de manera independiente para cada una de sus escamas.