Las personas que leen antes de acostarse duermen mejor que las que suelen quedarse dormidas con el teléfono en la mano o la televisión encendida.
Y es que el hábito de la lectura es una de las mejores medicinas para la salud mental y la higiene del sueño. Esta actividad favorece la memoria, amplía nuestro vocabulario, mejora la concentración, contribuye a la reserva cognitiva, alivia el estrés y nos ayuda a construir material para nuestros sueños.
Favorece la relajación y ayuda a conciliar el sueño.
Las personas, nos guste o no, son rutinarias. La mayoría de nosotros (no estamos diciendo que todos) estamos hechos para rutinas o patrones diarios a los que nos gusta apegarnos. Tenemos el cuerpo hecho en determinados momentos. Por ejemplo, si estás acostumbrado a comer a las tres de la tarde, lo más probable es que a las dos no tengas hambre. O si entrenas a las 10 de la noche, seguro que si un día sales a las 7 de la mañana no harás lo mismo.
Crear una rutina o hábito de lectura antes de dormir nos ayudará a relajarnos y conciliar el sueño. Esta rutina será un claro recordatorio para que nuestro cuerpo y nuestra mente empiecen a desconectar y descansar… ¡Y qué mejor que hacerlo con un libro!
Favorece la adquisición de nuevo vocabulario
La lectura ayuda a descubrir nuevas palabras y aumentar nuestro vocabulario. En el caso de los más pequeños, es una herramienta muy útil para empezar a aprender y conocer nuevos términos que les pueden ser útiles.
Podemos intentar leer con ellos, todos los días, un rato. Si se acostumbran a este hábito, pronto comenzarán a hacerlo ellos mismos. Además, es una buena manera de crear buenos hábitos y no enfocarse demasiado en las nuevas tecnologías (como el uso excesivo de teléfonos celulares o computadoras).
Mejorar su vocabulario
Los libros hacen que los niños aprendan nuevas palabras que no se encuentran en su entorno cotidiano. Por ejemplo, si leen «El libro de la selva» descubrirán palabras como «león» o «mono» que no suelen aparecer a diario.
Cuando les cuentas una historia, hay áreas del cerebro que proyectan imágenes y permiten que los niños imaginen esa misma historia en su cabeza.