Por Georgina Navarrete
(CNNMéxico) – Un buen ritmo te puede cambiar la vida, ¿no? Desde la infancia, la exposición a sonidos y música apropiados puede ayudarnos a desarrollar al máximo nuestras capacidades cerebrales, con todo lo que ello conlleva: aumento de la memoria, capacidad de atención y concentración; mejores habilidades en matemáticas y lenguaje y buenas habilidades para resolver problemas.
Las estructuras más implicadas en la elaboración de las emociones que provoca la música son:
- La amígdala, que forma parte del sistema límbico. Su función básica es la memorización y procesamiento de las reacciones emocionales.
- El núcleo accumbens, así como otros estímulos como el sexo o la comida. Esta estructura está relacionada con el placer y la motivación.
¿Cómo interpreta nuestro cerebro la música?
La Universidad de Florida ha creado una infografía sobre la psicología de la música para explicar cómo nuestro cerebro interpreta la música y los beneficios que puede aportar a nuestras vidas.
La música nace de las vibraciones producidas por un instrumento, por la voz o por otra fuente. Estas ondas se transportan por el aire, donde el oído externo capta el sonido y lo dirige al tímpano antes de pasar al oído medio.
Estimula la memoria
La música tiene la inmensa capacidad de estimular la memoria de muchas maneras. Cuando se trata de enfermedades degenerativas, los estudios han demostrado que puede ser un buen tratamiento para mantener la memoria aguda para las personas con Alzheimer.
No se trata solo de escuchar música, se trata de estimularlos a hacer música con instrumentos o escribir letras. Sin embargo, continúan avanzando estudios que tratan de demostrar un mayor impacto.
Cuando haces música en grupo
Colección Shutterstock/Volt
Si alguna vez has cantado en un coro o has hecho música con otra persona, sabrás a qué se refiere este punto. Un estudio muy interesante ha encontrado la respuesta científica a esa sensación de trabajar juntos o las oleadas de emoción que corren cuando cantas junto a otras personas. Y es que literalmente se sincronizan. Por ejemplo, se ha descubierto que cantar al unísono acelera y ralentiza simultáneamente el corazón del cantante.