En el mundo moderno de hoy, el ruido parece estar en todas partes, desde lavadoras hasta fuegos artificiales y desde motocicletas hasta aviones. Pero, ¿qué sucede cuando los sonidos son demasiado fuertes o si estamos expuestos a ellos durante demasiado tiempo?
La exposición prolongada a ruidos excesivamente fuertes o la exposición breve a ruidos extremadamente fuertes pueden dañar el oído interno y provocar pérdida de audición, que puede ser permanente.
Ejemplos de sonidos fuertes
- Una explosión
- El derrumbe de un muro
- El disparo de un arma de fuego
- El ladrido de un perro
- Arrancar el motor de un coche
- El rugido de un león
- Un avión despegando
- La detonación de una bomba
- Un martillo que golpea
- Un terremoto
- Una aspiradora encendida
- La campana de una iglesia
- Una estampida de animales
- Una licuadora en funcionamiento
- Música en una fiesta
- La sirena de una ambulancia
- Un ejercicio en funcionamiento
- Un martillo rompe las aceras
- La bocina de un tren
- Una caja
- Los gritos en una tribuna
- Ponentes en un concierto de rock
- Una moto acelerando
- Las olas del mar rompiendo contra las rocas
- Una voz en un megáfono
- Un helicóptero
- Los fuegos artificiales
- Un hombre que camina descalzo
- El maullido de un gato
- Sonda un mosquito
- Las gotas que caen del grifo
- Un acondicionador de aire que funcione
- Agua hirviendo
- Un interruptor de luz
- El cascabel de una serpiente
- Las hojas de un árbol que se mueven
- La vibración de un teléfono móvil
- El canto de un pájaro
- Los pasos de un perro
- Un animal que bebe agua
- Un ventilador que gira
- El aliento de una persona
- Dedos en una tecla de computadora
- El lápiz sobre el papel
- El tintineo de las llaves al chocar
- Un vaso apoyado sobre una mesa
- La lluvia que riega las plantas
- Mano dedo pandereta sobre una mesa
- Cerrar la puerta del frigorífico
- Un corazón que late
- Una pelota rebotando en el césped
- Revoloteo de una mariposa
El 27 de agosto de 1883, la Tierra hizo el ruido más fuerte jamás registrado en la historia.
Procedente de la isla de Krakatoa, que se encuentra entre las islas de Java y Sumatra en Indonesia, el sonido se podía escuchar claramente a unos 5.000 kilómetros (3.100 millas) de distancia y por personas en 50 ubicaciones geológicas diferentes de todo el mundo. mundo.
Según Aatish Bhatia en Nautilus, a unos 3.200 kilómetros (1.988 millas) de Krakatoa, los residentes de Nueva Guinea y Australia Occidental informaron haber escuchado «una serie de ruidos fuertes, similares a la artillería en dirección noroeste».