Un buen ritmo te puede cambiar la vida, ¿no? Desde la infancia, la exposición a sonidos y música apropiados puede ayudarnos a desarrollar al máximo nuestras capacidades cerebrales, con todo lo que ello conlleva: aumento de la memoria, capacidad de atención y concentración; mejores habilidades en matemáticas y lenguaje y buenas habilidades para resolver problemas.
Las estructuras más implicadas en la elaboración de las emociones que provoca la música son:
- La amígdala, que forma parte del sistema límbico. Su función básica es la memorización y procesamiento de las reacciones emocionales.
- El núcleo accumbens, así como otros estímulos como el sexo o la comida. Esta estructura está relacionada con el placer y la motivación.
¿Qué efecto tiene la música en el cerebro?
Escuchemos la música del período de gestación. Los bebés responden a las melodías antes que las comunicaciones verbales de sus padres. Suaves sonidos musicales los relajan. Se sabe que los bebés prematuros que no pueden dormir, por ejemplo, se benefician de los latidos del corazón de su madre o de los sonidos que los imitan.
La música es considerada uno de los elementos más placenteros de la vida. Libera dopamina en el cerebro, así como alimentos, sexo y drogas. Todos estos son estímulos que dependen de un circuito cerebral subcortical en el sistema límbico.
Fortalece la función cognitiva
La música es fundamental para el desarrollo cognitivo del ser humano. Su influencia puede incluso comenzar en un estado de gestación. En particular, un estudio reveló que la música en la escuela ayuda a mejorar el rendimiento académico de los estudiantes.
Por otro lado, también se ha demostrado que la música influye en el proceso creativo. Un estudio ha identificado que la música alegre estimula el pensamiento divergente, es decir, el que nos impulsa a generar nuevas ideas.
Atención
Escuchar música ayuda al cerebro a anticiparse a los acontecimientos y mantener una mayor atención. Aunque en determinados casos también pueden ser fuente de distracción y dificultar la capacidad de concentración.
Esto depende no solo de la personalidad de la persona sino también del tipo de música que escucha. Por lo general, es mucho más fácil concentrarse con música que no tiene letra o un tempo rápido.