Crecí escuchando música desde que tengo uso de razón; La música ha sido parte de mi vida. Cuando era pequeño, mis padres trabajaban cantando en diferentes ciudades en clubes y restaurantes. Conocía bien lo que representaba la música en mi familia, pues era así como nuestros padres nos apoyaban, nos daban comida, educación y ropa a diario.
Pero fue solo después de que nuestra familia llegó a conocer a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, que me di cuenta de que la música va más allá del entretenimiento, más allá de ser un fenómeno cultural. La música es espiritual, es un lenguaje que Dios nos ha dado para poder comunicar lo que solo podemos decir con notas musicales.
Efecto Mozart
Sin embargo, también hay algunas leyendas en torno a la música. ¿Alguna vez has oído hablar del «efecto Mozart»?
Algunos psicólogos aseguraban que los niños que escuchaban las obras del compositor austriaco mejoraban sus capacidades intelectuales. Esta creencia todavía está arraigada entre muchos padres, pero un análisis de la Universidad de Viena ha desmentido el mito.
El mundo del silencio
¿Te imaginas un día en el que te subas a tu coche y no acompañes tu viaje con tu música favorita? ¿Te imaginas no tener la oportunidad de animarlo con esa canción que tanto te gusta? ¿Te imaginas pasar el día sin ningún sonido que despierte tus emociones? ¿Te imaginas no poder dedicarle esa pieza a la persona que tanto quieres? ¿Te imaginas que no hay nada que bailar? ¿Te imaginas en un mundo silencioso?
No es fácil imaginar la vida sin música, sin emociones y sin experiencias. La música ha traído al mundo una serie de cambios indescriptibles que han hecho historia mundial. Solo en el siglo XXI ha habido varios movimientos “revolucionarios” que han marcado hitos históricos. Uno de los más importantes fue el movimiento hippie que dio origen al famoso festival de Woodstock donde cantantes como Jimi Hendrix, Janis Joplin, la banda The Doors y un sinfín de artistas más, hicieron un llamamiento mundial contra la guerra y la contracultura. Hace años, los Beatles hicieron lo mismo con sus ingeniosos ritmos, cambiando también la forma en que vemos y disfrutamos la música. Tiempo después, la muerte de John Lennon en 1980, mantuvo el protagonismo que la música había tenido tanto en los movimientos sociales como políticos… ¿de verdad crees que es posible prescindir de ella?