De las cuatro cualidades perceptivas del sonido: intensidad, tono, timbre y duración, el timbre es la más controvertida. Según la RAE, el timbre es aquella “cualidad del sonido determinada por el efecto que produce en los oyentes”. Sin embargo, la Acoustical Society of America retoma la definición de Helmholz (1954) y establece que el timbre es, sí, una característica perceptiva que nos permite diferenciar entre dos sonidos, pero es necesario que ambos sonidos tengan la misma intensidad y frecuencia fundamental para ser capaz de hacerlo Aquí también puedes encontrar diferentes definiciones de timbre según diferentes autores.
Y, el principal problema del timbre, al ser una cualidad perceptiva, es que no tiene una cantidad objetiva para poder medirlo, mientras que para obtener el tono se puede medir la frecuencia en hercios, por la intensidad, la amplitud se mide en decibelios y la duración en segundos. Además de ser una cualidad controvertida, el propio término sello también es cuestionado por la bibliografía.
Velocidad del sonido
La velocidad del sonido es la velocidad con la que se propagan las ondas sonoras, en unas condiciones dadas de presión y temperatura, en un medio determinado. Cuanto más sólido sea el medio a través del cual viaja la onda sonora y cuanto mayor sea su temperatura, mayor será la velocidad del sonido.
En el aire, si consideramos un 50% de humedad ambiental, una temperatura de 20 ºC y la altitud sobre el nivel del mar, la velocidad del sonido es de 1235 km/ho 343 m/s. En las mismas condiciones, pero en el agua, la velocidad del sonido es de 1482 m/s, unas 4,3 veces mayor.
Intensidad
Es la cantidad de energía acústica que contiene un sonido. Es equivalente al volumen. En otras palabras, es qué tan fuerte o suave es un sonido. El volumen se registra dentro del proceso de cuantificación y se refiere a la amplitud de la onda de sonido.
También conocida como frecuencia, es la cantidad que indica la cantidad de vibraciones, por unidad de tiempo, emitidas por una fuente sonora. Las frecuencias más bajas son los graves y las frecuencias más altas son los agudos. Otra forma bien conocida de tono es el tono, y es la cualidad que ayuda a distinguir entre un sonido agudo o alto y un sonido bajo o grave. En un sonido puro el tono está determinado por la frecuencia, aunque también puede cambiar con la presión y la envolvente.