Desafortunadamente, gracias a algunos programas de televisión, el talento se ha asociado con habilidades sobrenaturales; un don que pocos tienen, cuando no lo tienen.
Es cierto que en el canto hay cuerpos mejor adaptados, por ejemplo: de huesos anchos, paladar muy profundo, proporciones muy simétricas en la cara, grandes resonadores, nariz, pómulos prominentes, etc. Y por tanto tendrán mayor soltura y belleza en la voz.
Canta bien
Aquí entramos en otro campo. Qué bien dice todo el mundo, cualquiera, puede cantar. Sin embargo, no todas las personas que pueden cantar cantan bien. Son cosas diferentes.
Que una persona sepa cantar mejor o peor depende de otros factores que no son solo anatómicos:
Grabar y escuchar
Este consejo es quizás el más importante. Prepárate con calma, y recuerda el susto del día que escuchaste tu primer mensaje de voz en el teléfono: «¡Ay, qué voz más rara! ¿Quién dejó este mensaje en mi celular?»… ¡Hasta que te diste cuenta que era TU voz! Aquí podría pasar algo similar 😉
Graba, escucha y escucha si te gusta lo que escuchas, sin pedirte estar a nivel profesional y ganar 3 premios Grammy. Para esta prueba, puedes cantar junto con la música o cantar a capella. Simplemente: ¿suena bien? Es importante que te registres con un dispositivo que tenga suficiente calidad porque los micrófonos de algunos teléfonos se saturan rápidamente: están diseñados especialmente para voz hablada. El sonido se vuelve muy feo si le das más potencia a la voz de la que puede manejar el micrófono. Pruébelo y manténgase sintonizado para descubrir qué le pasa al micrófono o cuáles podrían ser sus limitaciones vocales. Esta primera impresión es la más importante, ya que puedes sentir si te gusta o no cierto coche u objeto que ves por primera vez. Hay más detrás, porque las cualidades de la voz son variadas y vale la pena mirar más de cerca:
Paradigma 1: Naces con una voz hermosa
Incluso si la voz es una regalo de la madre naturaleza, todos podemos lograr mejorar mucho nuestra potencia, afinar incluyendo la calidad del sonido, ampliar el rango (cantando más alto o más bajo), e incluso corregir algunos vicios que nos impiden proyectar nuestra voz hablada o cantada.
Hay algunos que nacieron con cierta ventaja genética (quizás heredaron de sus padres el amor por la música, la disciplina o incluso el «oído» o) o incluso voces prodigiosas como la de algunos cantantes que verdaderamente asombran de una edad temprana.
¿Puedo aprender a cantar mejor?
A lo que respondemos:
Como regla general, todos los cantantes, ya sean principiantes, aficionados o profesionales experimentados, tienen hábitos negativos y lagunas en sus conocimientos que les impiden rendir al máximo.