¿Cómo memorizar una partitura y no morir en el intento?

 

Guido de Arezzo es uno de los músicos que dieron forma y estructura a la música.

El origen de las notas musicales –Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si-, como se conocen hoy en día, se debe a Don Guido D’Arezzo, monje benedictino, teórico de la música y figura central en la música medieval.

Las claves para memorizar una partitura

La técnica más importante para asimilar una pieza es la escucha, aquí hay unanimidad entre los profesionales. Escuchar atentamente la música es el mejor recurso para memorizarla, ya que tenemos una correcta interpretación de la misma como referencia. El segundo paso tampoco es ningún misterio. Después de escuchar la ópera, es hora de tomar la partitura, leerla y practicar con su melodía en la cabeza.

Consejos para los que quieren empezar a tocar el violín siendo adultos:

  • No usar un término. No digas, «en un año quiero poder tocar una melodía que amo». Entonces solo experimentarás ansiedad, frustración e impaciencia. Solo comienza a aprender. Coloque objetivos pequeños y cercanos uno tras otro.
  • Tomar la aventura como un ejercicio de autoconocimiento, autoaprendizaje, fuerza de voluntad, ejercicio mental. Lo importante es el camino.
  • Tu cuerpo y el violín no se llevan bien al principio. Será como acostumbrarse a una prótesis, como juntar dos piezas diferentes de un rompecabezas. Pero poco a poco te llevarás bien. te aparearás. Te acostumbrarás. Un día (muy, muy lejos) te olvidarás de la postura, del instrumento, de los dedos, pensarás sólo en la música, y estarás en un estado de relajada concentración. Ese día sentirás que valió la pena.
  • Tener autodisciplina. Juega todos los días o casi. Es fácil encontrar excusas para no hacerlo. A veces simplemente no tienes ganas de ponerte en la balanza. No te preocupes, simplemente hazlo y cuando hayas jugado un rato te sentirás mejor y querrás continuar.
  • Escucha mucha música.
  • A veces te sentirás como si estuvieras atascado, sin progresar. Pero si juegas a menudo y casi todos los días, es solo una sensación. Empieza a tocar una melodía o un ejercicio de los anteriores y notarás que lo haces con mucha más facilidad y calidad. Todos tenemos días mejores y días peores, pero CADA DÍA QUE TE TOCA APRENDE.
  • ¿Quieres recordar cómo te sentiste el primer día que te pusiste el violín al hombro? Voltee la almohadilla, coloque el violín en su hombro derecho y sostenga el arco con la izquierda. Agonizante verdad? ¡ahora se acabó!
  • Juega concentrado, poniendo toda tu mente y espíritu en ello, no pienses en qué camiseta te pondrás mañana.
  • No te preocupes por lo que piensen los demás cuando te escuchen. Si está demasiado estresado, use un silenciador.
  • ¿Todavía te da vergüenza lo que los demás piensan de ti? Algunos pueden bromear con tu edad, pero te diré algo: te envidian. Muchas personas han tenido el sueño de aprender a tocar, que han tenido esta oportunidad. Ahora no se atreven pero les gustaría.
  • En definitiva, el objetivo es aprender a ser un fin en sí mismo, y no un medio. Estudia y practica algo sano y necesario, como ir al gimnasio y comer sano.

Anteriormente se pensaba que, a partir de cierta edad, las neuronas morían y no se regeneraban. No hace mucho se descubrió que no es así, que se pueden crear nuevas células neuronales y que el ejercicio mental hace que se produzcan nuevas conexiones, nuevas sinapsis entre neuronas. Mi profesor de violín suele decir que los músicos no tienen alzhéimer. Quizá sea una exageración, pero es cierto que la música y el ejercicio mental de su práctica nos aclara y alarga.

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